POR JULIETH CÁRDENAS
Entrevistar a un personaje de máximo poder amerita responsabilidad y habilidad en el manejo de preguntas, como también un amplio conocimiento del tema a tratar.
Cualquier tipo de enrtevista debe ser muy pensada y analizada para que tenga éxito.
Análogamente, hay que saber cómo se va cambiar el tema cuando ha habido algún tipo de asperezas en el ambiente. Pasar de narcotráfico, secuestro, y fumigación de cultivos a obras sociales es algo que exige de mucha prudencia en la conversación, y más cuando se trata de temas netamente económicos como son los impuestos de un país, ya que en algunos países como E.E.U.U. éstos son bajados para reactivar la economía, de ahí la importancia en los estatutos financieros.
Ahora bien, decirle a un mandatario que hay 489 000 empleos, que el plan para desayunos va en esto y que debería ser aquello; es porque se tiene la información completa y exacta para sustentarlo, de lo contrario el periodista estaría en graves problemas, perdería credibilidad.
Por eso rescato el análisis de Gossaín y la crítica de Vicky en la realización de trabajos periodísticos, que no sólo se ven reflejados en este género como lo es la entrevista, sino en todas las diferentes géneros que trabajan en los medios.
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