…Parece un día común, pero no lo es… cada día tiene trae
algo nuevo y consigo nuevas ilusiones. Un día te darás cuenta que nada pasa por
casualidad y que todo lo que
hacemos o que aprendemos no es en vano, porque
“Algún día” lo necesitarás.
Todo está en tu mente; controlar tus impulsos, tus sentidos,
tus pensamientos y todo lo que te rodea. Si hay salud mental, hay estabilidad… pero
si hay duda hay desequilibrio, el que tiende a sufrir, sufre de temor; si quieres y no puedes, vuelve a intentarlo de nuevo… “Algún
día” será.
Dicen que el tiempo de Dios es perfecto desde que nacemos
hasta que morimos por eso cuando somos niños se nos pasa lento y sereno, cuando
estamos jóvenes es el tiempo perfecto porque no hay prisa, pero tampoco hay
calma… es así cuando ya entramos a una etapa responsable como la adultez donde
nuestro tiempo se limita, y si no lo
organizas te puedes estar perdiendo de momentos valiosos…
Hoy el tiempo se agotó, la larga espera terminó, porque ese “Algún
día” llegó para dar pie a lo desconocido, a lo que el destino tiene escrito… ojala
(para nadie) no sea muy lejano o quizá muy tarde llegar al
vestigio del camino a la felicidad.